Tan solo una sombra en un rincón de aquella habitación completamente blanca y de paredes acolchadas. Una camisa inmovilizaba sus brazos atados a la espalda. Con la cabeza apoyada contra la pared y la mirada extraviada, su boca repetía un grito que parecía el alarido de un animal herido, seguido de un susurro ininteligible; una letanía monótona que duraba minutos.
Una dosis más y todo terminaría, pensó observándola tras el cristal. Su nuevo rostro después de la operación, había sido un éxito y sería el golpe perfecto. Con su muerte, ella regresaría supuestamente recuperada y ocuparía su lugar. Por fin, tendría una vida.
Publicado en la Asociación solidaria cinco palabras:
Palabras a incluir:
Sombra - grito - susurro - golpe - muerte
Causa solidaria del mes de Febrero:
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